Tigre un chofer de la línea 60 sacó un cuchillo y atacó a un pasajero

El conductor del servicio público no frenó, discutió con un pasajero y lo atacó con un arma blanca. Hay video de la secuencia

La cámara tiembla apenas. La toma empieza en un colectivo de la línea 60 recorriendo el barrio acomodado conocido como Rincón de Milberg, partido de Tigre, poco después del mediodía del martes 14 de mayo. Es una jornada cualquiera: sol bajo, pasajeros dispersos, mochilas colgando, auriculares puestos, bolsos en los pasillos. Una mujer toca el timbre. Espera que el chofer frene. Pero el colectivo sigue.

Un par de metros después, se escucha la voz de un hombre. Se llama Rodrigo, y reclama en voz alta que el chofer no paró donde debía. Le dice, con calma firme, que alguien quería bajar. Lo siguiente es como una escena de Relatos salvajes. El chofer contesta con una frase que retumba como prólogo de tragedia: “Acá mando yo, y acá manejo yo”.

Del reclamo al cuchillo

Lo que sigue ocurre en tiempo real. Rodrigo camina hacia el frente del colectivo. Las cámaras de los celulares se encienden. Una pasajera se pone en posición de grabar. El colectivo se detiene de golpe. El chofer se levanta, abre la guantera, y desenfunda lo que parece un cuchillo de cocina.

No se trata de un amague. Se lanza con el arma blanca hacia el pasajero. Hay un forcejeo. Rodrigo esquiva la primera estocada y logra acertar un golpe al rostro del conductor. Los otros pasajeros se levantan. Gritan. Piden que paren. Nadie lo hace.

La pelea se traslada al pasillo. El plano no corta. La cámara se mueve hacia atrás mientras el chofer, cuchillo en mano, intenta avanzar hacia el fondo. Algunos pasajeros aprovechan ese momento para escapar. Otros se quedan paralizados. La mujer que filma le grita al chofer que está siendo grabado, que pare, que no se meta en más lío. Pero el hombre no razona. O no le importa.

El colectivo como escena de crimen

En un acto final de descontrol, el conductor obliga a todos a bajar. Uno por uno, con insultos y amenazas. La última en descender es la mujer que grabó. Cuando baja el primer escalón, el chofer la despide con el cuchillo en alto. La cámara se corta ahí.

Lo que queda es el eco. La Policía Bonaerense recibió una denuncia y tomó declaración a testigos. Se supo luego que el chofer ya tenía antecedentes de violencia: al menos dos denuncias anteriores por conductas similares. La empresa aún no dio declaraciones públicas.

El colectivo, símbolo de rutina en la provincia, se convirtió por un rato en escenario de pánico. Una mezcla de arbitrariedad, violencia, y abandono. En plano secuencia, sin cortes. Como el país, violento y sin pausa.

Redacción: Informe Norte / www.informenorte.com.ar

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