Tigre empato ante Independiente Rivadavia en un final muy polémico.
En Victoria, terminaron 1-1, el árbitro, Luis Lobo Medina, había anulado un gol de la Lepra y después vio falta de Ortega sobre Saralegui en el área.

Amarfil había abierto la cuenta y Braian Martínez lo igualó desde los 12 pasos.
Con un gol de esos que llegan tras fallos vergonzosos, Tigre consiguió empatar un partido que pardía cuando el árbitro Luis Lobo Medina revisó una jugada en la pantalla que consideró penal. Con una pegada magistral de Braian Martínez -carrera lenta y remate suave-, el Matador igualó un partido que tenía perdido, tras un golazo de Maximiliano Amarfil.
Lo ganaba Independiente Rivadavia de Mendoza, luego de que Amarfil conectara con un derechazo potente una pelota que había boyando afuera del área. Lobo Medina ya había recurrido al VAR en el primer tiempo, cuando le anuló un gol a la Lepra.
En la visualización, advirtió una mano de Leonard Costa antes del remate de Luciano Gómez que Felipe Zenobio había intentado contener, pero se le escurrió. Era un blooper que no entró a la historia por la intervención del VAR. En este caso, el tanto estuvo bien anulado.

Independiente Rivadavia más tarde logró el tanto. Tenía el partido controlado, llevaba la ventaja y su déficit era, en todo caso, no poder ampliar la ventaja. Tigre no podía conectar sus intenciones.
El partido se iba, la gente demostraba su malestar por el resultado, pero Lobo Medina fue por última vez a la pantalla, vio varias veces la jugada en cámara lenta y se convenció que Thomas Ortega bajó a Jabes Saralegui. “Observo contacto. Decisión final, penal”, dijo y se bajó el telón.
Redacción: Informe Norte / www.informenorte.com.ar
